
entre otros muchos, deseo destacar:
1) Fue un verdadero discípulo misionero, de profunda vida de fe, esperanza y caridad, y de un gran amor a la Santísima Virgen María.
2) Su pontificado le infundió a la Iglesia una gran renovación, un aire fresco de cercanía y humanidad.
3) Sus documentos abordan grandes asuntos, no sólo al interior de la Iglesia, sino del mundo entero, del futuro mismo de la humanidad.
4) Un hombre de Iglesia, humilde, valiente, comprometido, de lenguaje sencillo, siempre actual, atento a las diversas situaciones de sufrimiento de millones de personas.
5) Ha muerto en el Año Jubilar como Peregrino de esperanza y, prácticamente, en la Solemnidad de la Pascua de Resurrección.
¡Descanse en paz el Papa Francisco!
+Ruy Rendón Leal
Arzobispo de Hermosillo
y Administrador Apostólico de Nogales






